Cada año ocurre lo mismo, los bares, chiringuitos y lugares de copas repiten una y mil veces las mismas canciones del verano con total impunidad
¡Ya está bien de canciones del verano! Comprendo que no es posible escuchar en todo momento la música que a uno le gusta, sobre todo cuando estás de copas con los amigos, pero lo de las canciones del verano es de juzgado de guardia. Cada año ocurre lo mismo. Las dos o tres canciones repetidas hasta la saciedad, una del artista de moda del año, un par de ellas de los artistas internacionales más conocidos en los últimos 5 o 10 años, más el efecto bola de nieve que hace que repitan también las canciones del verano anterior y del otro, y del otro… Por favor, que alguien frene esta locura.
Hace unos días, estuve en la feria de Málaga, como buen superhéroe que soy de la Costa del Sol, y llamé a la muerte a gritos. Evidentemente no tuvieron en cuenta mis sevillanas alternativas, pero bueno, era de esperar ya que no me leen ni mis amigos. Tuve la brillante idea de ir con unas amigas a uno de los locales más conocidos de la capital, en el que incluso se llegó a grabar un videoclip de The Chemical Brothers. Después de hacer cola más de media hora a las 8 de la tarde y de tener que pagar 15 pavos para entrar con una consumición… ¿adivináis que escuché? Efectivamente, la cancioncita de Enrique Iglesias seguida de una cuantas que, por suerte, desconozco el título y el autor pero que, por desgracia, ya mismo me sabré la letra (letra de niños de infantil, por supuesto).
Tengo un amigo que defiende este tipo de música estando de marcha ya que dice que es lo que les gusta a las mujeres, y si ellas están contentas, los hombres también… UNA MIERDA COMO EL SOMBRERO DE UN PICADOR, JUANMA.
Pero como ese local, pasa con todos. Ahora comprendo la efusividad de Barney Stinson a la hora de poner su playlist para ponerte a tono un día de fiesta, porque cuando entres en los bares, se va todo a la mierda. Vamos a ver, que no es que todo el mundo sea elitista en los bares, ni que pongan versos de grandes escritores con música de fondo, ni virtuosos de la música, ni que únicamente pongan rock, metal o progresivo… pero joder, variedad en el pachangueo. A veces pienso que algún villano me persigue con un pendrive con 15 canciones y lo va poniendo en cada local en el que entro.
No tuve más remedio que volverme a la benalcueva escuchando en spotify la siguiente copla a modo de antídoto:
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