Fauda es una serie israelí de la plataforma Netflix que destaca por su temática parecida a Homeland y con una calidad excepcional
Si hace unas semanas os hablaba de otro estreno de Netflix, la extraña The OA, hoy os voy a hablar de Fauda, un sensacional thriller político situado en la franja de Gaza.
Caos, esa es la traducción del árabe de la palabra Fauda y que le viene que ni pintada como nombre a esta serie de Netflix. Una serie israelí con semejanzas a la más que trillada Homeland (estrena su 6ª temporada en estos días) pero mucho más realista, menos estridente y con personajes más profundos que los de la serie americana.
Argumento
En Fauda nos narran la historia de Doron, un agente retirado de una unidad contra-terrorismo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), al que piden que colabore como observador en una operación. Su misión es reconocer a Abu Ahman «El Pantera», uno de los terrorista de Hamás más sanguinario. Lo raro es que Abu Ahman había sido eliminado por el propio Doron pero nuevas informaciones indican que puede seguir vivo.
Bajo esta sencilla premisa, los acontecimientos desembocan en un absoluto caos durante 12 fantásticos episodios, que duran desde los 50 a los 30 minutos. Pese a que la acción no es la principal característica de la serie, sí está muy bien llevada y no es gratuita. Un verdadero seriote.
Personajes
Una de las principales características de Fauda es la profundidad de los personajes. Aquí no hay buenos ni malos, todos son malos. Al empezar a ver la serie, sospeché que por ser una serie israelí, los agentes del FDI iban a ser los buenos frente a los Palestinos, que serían todos terroristas. Nada más lejos de la realidad. En esta serie, todos los personajes, o casi todos, son más malos que enviar a un padre a comprar tabaco. Tanto los Palestinos como los judíos (porque se les llaman así) están cegados por el odio.
Los personajes de Doron y Abu Ahmad son los protagonistas, cada uno a un lado de la frontera, pero entre sus filas hay disputas, rencillas, rencores y desacuerdos. Los dos están dispuestos a desobedecer a quien haga falta para conseguir sus fines. Por cierto, el actor que interpreta a Doron me recuerda desde el minuto 1 a Vic Mackey en la mítica The Shield.
Cabe destacar el personaje de Gabi, un capitán de la policía israelí que anda a sus anchas por tierras palestinas. Para mi, el mejor personaje de la serie, ya que se desenvuelve como pez en el agua amenazando, mintiendo, agasajando y causando miedo sin necesidad de portar una pistola. Tan terrorífico como humano cuando habla de sus hijos, eso sí, no sabría decir si las historias que cuenta son reales o ficticias. Un personaje brutal, de lo mejor de la serie.
También es de agradecer y ayuda a que nos creamos a los personajes, como ocurría en otra producción de Netflix con varios idiomas como Narcos, que se respetan los lenguas de los personajes y no se doblen con un acento extraño. Para España se ha doblado al castellano cuando los personajes hablan hebreo, mientras que es subtitulado para el árabe.
Conclusiones
Una serie apasionante, cruda, sin ese triple tirabuzón que buscan series de la misma temática como Homeland o 24 (viva Jack Bauer), pero que no lo necesita porque desde el principio engancha al espectador. Y los personajes son sensacionales. La historia no tiene flecos, otro gran acierto. Nos muestra los entresijos de la sociedad palestina con el mamoneo que hay entre política, policía, religión y terroristas.
¿A qué esperas para ver una serie sobre terrorismo en la que los EEUU no son los encargados de salvar a la humanidad?
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