Todos los años se celebra en España un acontecimiento deportivo que tiene un sabor especial para todos los que en alguna ocasión hemos tenido la suerte de asistir a él: la Copa del Rey de Baloncesto
Para los no iniciados en esto de los canastos (probablemente alguno de los muchos homo futboleris que pueblan nuestro país), comentaremos someramente el funcionamiento de la competición: en lugar de sucesivas eliminatorias a doble partido hasta que, después de muchos meses, solamente quede uno como en el fútbol, en la Copa del Rey de baloncesto se optó por buscar un modelo alternativo consistente en condensar toda la Copa en un fin de semana largo en el que ocho equipos (los siete primeros clasificados al finalizar la primera vuelta liguera más el anfitrión) viajan a una ciudad predeterminada para disputar cuartos de final, semifinales y final en un período de cuatro días.
Las ventajas deportivas de este formato (emoción, espectacularidad, margen para la sorpresa…) están muy bien, pero lo que realmente separa a la Copa del Rey de baloncesto de otros eventos es el ambiente. Cada afición arrastra a centenares de aficionados, o incluso millares si el pabellón lo permite, que se concentran durante cuatro días en una misma ciudad, todos con ganas de pasarlo bien de una forma muy sana. Durante esos cuatro días, las calles de la ciudad anfitriona se poblarán de aficionados de los ocho equipos luciendo camisetas, bufandas y banderas y cruzándose pacífica y amistosamente con las hinchadas de los restantes equipos. El ambiente de buen rollo que se crea es magnífico en todos los contextos: en el pabellón, en las calles, en los bares…
La edición de la Copa del Rey de baloncesto de este año se celebra en Málaga, ciudad para la que el gran Daniel Barranquero ha publicado una interesantísima guía de lugares que visitar y cosas que hacer. Los equipos clasificados son Real Madrid, Valencia Basket, Fútbol Club Barcelona, Unicaja de Málaga, Herbalife Gran Canaria, CAI Zaragoza, Caja Laboral e Iberostar Tenerife.
Para ir abriendo boca, procedemos a recordar algunos de los momentos más memorables de la competición en los últimos años:
TDK Manresa 94 – Fútbol Club Barcelona 92 (Murcia ’96)
Comenzamos con un clásico enfrentamiento entre David y Goliath. El TDK, de la mano del colosal Chichi Creus, se coló donde nadie le esperaba y donde nadie daba un duro por sus opciones de victoria. Sin embargo, el pequeño jugador catalán, que por aquel entonces contaba con nada menos que cuarenta años, anotó un triple decisivo a falta de pocos segundos que le erigió en MVP del torneo.
El conjunto manresano continuaría sorprendiendo a propios y a extraños alzándose con el título de liga la temporada siguiente.
Fútbol Club Barcelona 115 – Real Madrid 110 (León ’97)
En principio, uno pensaría que los grandes momentos que le quedan a uno en la retina a lo largo de los años corresponden a finales o, al menos, semifinales. Puede parecer sorprendente mencionar un partido de cuartos de final en una lista como ésta, pero cuando en él se enfrentan los dos gigantes del baloncesto nacional, tan prematura confrontación adquiere nuevos matices; si ambos equipos se marcan un partidazo de los que hacen época, con dos prórrogas, 225 puntos y una soberbia actuación de uno de los dominadores del baloncesto europeo de los ’90 como Sasha Djordjevic (30 puntos y 6 asistencias), Bernd Schuster tendría algo que decir al respecto. Curiosamente, el equipo azulgrana quedaría eliminado en la siguiente ronda a manos del CB Cáceres de, entre otros, el gran Mike Ansley.
Fútbol Club Barcelona 80 – Real Madrid 77 (Málaga ’01)
Un nuevo choque de trenes en la Copa del Rey de baloncesto entre estos equipos que tuvo algo muy especial que evitó que se convirtiera en uno de tantos: la irrupción en el panorama baloncestístico de un delgaducho y desgarbado joven de largos brazos llamado Pau Gasol. Entonces desde la posición de ‘tres’, arrasó con todo lo que se encontraba a su paso, como preludio de lo que sería una brillante carrera en cuanto a éxitos individuales y de equipo. Treinta y nueve puntos de valoración coronaron su partidazo.
Tau Cerámica Baskonia 81 – DKV Joventut 77 (Sevilla ’04)
Si en Málaga pudimos asistir al nacimiento de una estrella como Pau Gasol, en Sevilla tomó la alternativa otro grande: Rudy Fernández, que se destapó con una actuación de las que hacen época y con cuyos 32 puntos mantuvo con vida a su equipo durante todo el partido frente a un rival de notablemente mayor entidad. Hasta tal punto destacó que consiguió alzarse con el título de MVP de la Copa del Rey de baloncesto pese a no haber levantado el trofeo de campeón.
Tau Cerámica Baskonia 100 – Unicaja Málaga 98 (Madrid ’09)
La mejor final copera en muchos años. Un partidazo entre los dos equipos sin influencias futboleras más poderosos de la primera década del presente siglo en la que el favorito baskonista tuvo que sudar de lo lindo para deshacerse en la prórroga de un Unicaja que tuvo un tiro libre de Joe Gomis para ganar el partido en el tiempo reglamentario y con un fallido último ataque para forzar una segunda prórroga o incluso ganar el partido.
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