El pasado fin de semana tuvo lugar el Weekend Beach Festival y Benalmadelman se pasó volando por Torre del Mar
Mi andadura en el Weekend Beach Festival empezó con un Whatsapp de Churrianagirl 48 horas antes del concierto. Aunque ya que tenía pensado ir al 101 Sun Festival y que el cartel no me llamaba excesivamente la atención, decidí arriesgarme. ¡He venido a jugar! Por eso y porque no tenía planes para el fin de semana (sí amigos, aunque parezca raro los superhéroes a veces nos quedamos sin planes los fines de semana).
Partimos volando hacia Torre del Mar («tierra de tetas, tierra de culos» dice la canción). Dejamos la capa voladora en el parking. Buena distancia hasta la entrada del concierto, ideal para salir, reponer fuerzas y volver a entrar en menos de 30 minutos, ya que como suele pasar en este tipo de eventos, no te dejan entrar ni un paquete de lacasitos al recinto (true story).
Nada más llegar, y con Trashtucada de fondo, decidimos ir al otro escenario y… sorpresa. De camino nos encontramos un super invento tecnológico sin parangón. Una máquina dispensadora de cerveza. Pero no de latas de cerveza que cualquier amante de la música podría lanzársela a un Justin Bieber de la vida. Me refiero a cañas bien tirás. Después de hablar un rato largo y tendido con el propietario, hacerle un plan de marketing y adorarlo como el vellocino de oro, al fin llegamos al segundo escenario.
Allí tuvimos la «suerte» de ver al cantante del grupo que actuaba con unas tijeras de corchopán en la cabeza… de fondo sonaba la música de un anuncio de cerveza. Efectivamente muchachada, eran Love of Lesbian y su súperhit «Fantastic no se qué churu chu churu chu chu». Ya teníamos sitio para el primer hito de la noche, el Loco.
Don Loco, también conocido con el nombre de Loquillo, dio un recital de actitud. Aunque el concierto empezó un poco flojo debido a que interpretó canciones de sus últimos trabajos que sólo un fanboy reconocería, poco a poco empezó con los clasicazos. Llevando al éxtasis a los allí presentes al tocar «La mataré», canción que no suele interpretar en directo por ser políticamente incorrecta.
Después de esto no quedaba otra que volver al lugar donde se encontraba la capa voladora para reponer líquidos y prepararnos para el segundo hito de la noche.
Antes de entrar, Churrianagirl tuvo un problema con el calzado… sus chanclas se pelearon con una botella de cristal rota, por lo que tuvimos que esperar un rato hasta que la botella dejó de sangrar. Una vez dentro disfrutamos de la última media hora de concierto del grandísimo Rosendo Mercado. ¡Qué tío! ¡Eso sí que es actitud encima de un escenario! Con 60 años dio una clase de lo que es el rock. No paramos de saltar con sus temazos «Flojos de pantalón», «Agradecido», «Maneras de incordiar» y mi favorita «Masculino singular». Hablando de masculino singular: 4 sílabas, no valen las esdrújulas.
Llegó la hora de uno de los mejores/peores momentos del Weekend Beach. Dub Inc. hizo presencia en el escenario. Una banda de reggae que cantaban en francés, inglés y árabe, con dos voces muy características. Sonaba muy bien, pero que muy bien. Lo malo es que se vinieron arriba y el concierto se hizo un poquito largo. Le sobraron unas 4 canciones de 10 minutos cada una. Lo más dantesco llego con su canción «Llamémosle X is on fire». Y es que Spain is on fire, Torre del Mar is on fire… faltó ir nombrando uno a uno a todos los asistentes para decirles que estaban on fire. Un peñazo.
Antes de volver a la Benalcueva, las 4 primeras canciones de Boikot me recordaron que cualquier tiempo pasado fue… anterior y lo fácil que es hacer versiones en un directo al ritmo de… de… de Boikot (he prometido no faltar en el post). Al menos sonó el «Bubamara» de Goran Bregovic de la película de Emir Kusturica «Gato negro, gato blanco».
Debido a que aún había secuelas de la pelea entre las chanclas y la botella, el segundo día del Weekend Beach se limitó a dos conciertos, y eso que estaba más rápido que Wyoming (aunque algunos dirán que Opi). Muchachito que estuvo lanzando una serie de halagos al recientemente nombrado monarca Felipe VI, y Fuel Fandango. Espectaculares estos últimos. Aunque el sonido no era del todo bueno, tengo que reconocer que fue una maravilla. Lo disfruté como un niño chico. Eso sí, me gustaba más la voz cuando cantaba en inglés que al hacerlo en español y aflamencado. No obstante, lo mejor del día con mucha diferencia.
Ahora toca reponer fuerzas, porque en poco días me toca otro festival, y es que este verano, respecto a los conciertos, Málaga is on fire…
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